Cuando hablamos de «cambio organizacional» nos estamos refiriendo a la necesidad de realizar modificaciones en la empresa, ya sea en su área técnica, social o administrativa.
Sin embargo, para llevar a cabo esta transformación en la organización necesitaremos contar con un plan bien estructurado, que no solo contenga las técnicas para implementar y facilitar dicha modificación, sino también para reducir la resistencia, es decir, ayudar a una mejor asimilación y aceptación de los cambios por parte de las personas de la empresa.
Denominamos como «Gestión del Cambio Organizacional» a este plan estratégico.
A continuación, vamos a conocer las tres fases que el enfoque integral de Prosci tiene en cuenta a la hora de implementar un proceso estructurado de cambio, obteniendo así mejores resultados.
Un cambio organizacional debe producirse a la vez en las personas, el proyecto y la organización.
Para llevar a cabo el Proceso de 3 fases de Prosci se deben tener en cuenta tres etapas:
La primera fase se centra en ayudar a los equipos y a los responsables de gestión del cambio a prepararse para diseñar sus planes de Gestión del Cambio, respondiendo a preguntas como:
En la segunda fase se pone el foco en ayudar a que las personas a recorrer esta a través de actividades encaminadas a:
En esta última fase del proceso se centra en mantener el cambio organizacional iniciado a lo largo del tiempo. Para ello deberemos:
Aunque el proceso de gestión está estructurado, como el Proceso de 3 fases de Prosci, este se puede adaptar y dimensionar para ajustarse a las necesidades precisas de una empresa u organización, así como a una iniciativa concreta de cambio.
Para que los cambios organizacionales tengan éxito y las entidades no se enfrenten a una brecha entre los requisitos y los resultados, no solo deberá haber una Gestión de cambio adecuada, sino también conocer los principales desafíos.
Veamos los tres más importantes:
El primer desafío es medir la gestión, para lo que debemos tener en cuenta tres puntos:
Visualizar si se están realizando los cambios adecuados y, en el caso de necesitar mejoras, saber qué pasos llevar a cabo, es a lo que nos ayuda la evaluación PCT de Prosci. Además, su eficacia se multiplica cuando se evalúa a un grupo conectado con el proyecto.
Resistencia a la gestión del cambio organizacional
Las empresas tienen que aceptar el cambio y adaptarse a los nuevos escenarios. Un inmovilismo o resistencia perjudica a la empresa que ve como baja expectativas, no logra objetivos y pierde puestos.
Detectar esta resistencia a tiempo es esencial, para ello deberá efectuar un diagnóstico de la situación, definir objetivos, hacer un seguimiento periódico y fomentar la creatividad para impulsar el talento.
También te podría interesar: 10 preguntas que los empleados tienen sobre el cambio
Otro de los desafíos es gestionar el cambio organizacional desde sus diferentes niveles, llevando a cabo un proceso de cambio que sea escalable y esté alineado con los objetivos, a la vez que facilita la consolidación de los procesos de cambio en la cultura de la empresa.
ADKAR Prosci es una metodología orientada a objetivos que puede ayudar en cómo dirigir los cambios en la empresa.
Es decir, este método se centra en lo importante: conocer y entender cómo afecta el cambio a las personas y a la organización. Ofreciendo una ruta a seguir a través de 5 pasos:
¡Si quieres saber si tu empresa está lista para emprezar un proceso de transformación no te puedes perder este test!